Imagina un mundo donde las decisiones empresariales se toman solas, la información siempre está actualizada y los errores humanos son cosa del pasado. No es ciencia ficción. Esto ya está pasando gracias a la inteligencia artificial (IA).
Mientras algunas empresas aún dependen de procesos manuales y decisiones basadas en intuición, otras ya están aprovechando el poder de la IA para optimizar su operación, mejorar su productividad y aumentar su rentabilidad.
La pregunta no es si la IA va a transformar la forma en que hacemos negocios, sino si tu empresa está lista para el cambio.